Hace poco os hablaba del primer intercambio de ATCs que hicimos las
Scraperas de Jaén y hoy os cuento y enseño el segundo intercambio que organizamos a final de septiembre, justo cuando comenzaba el otoño. ¿A que ya os imagináis la temática del intercambio? Claro: Otoño.
El otoño es mi estación del año favorita. No soporto el calor, lo llevo fatal y aquí en Andalucía os podéis hacer una idea de lo que es esto. Además este año vino el auténtico verano para quedarse y pasamos los tres meses de junio, julio y agosto con unas temperaturas de aúpa. Pero no te voy a engañar, tampoco me apasiona pasar frío, así que el otoño es una época perfecta para mí. Es cuando empiezo a tener un respiro después de tanto calor, apetece por fin salir a la calle (en el verano vivo atrincherada en la casa) y pasear, y ponerte una manguilla y taparte con una manta cuando ves la tele en el sofá. ¿No os parece genial? En fin, que esa es mi visión del otoño, y ya que esta estación tiene unos colores que la caracterizan yo quería que en mi intercambio de ATCs estuvieran presentes en tonos vivos, porque el otoño me pone contenta.

Le di muchas vueltas a cómo realizar mis tarjetas, porque además no tenía apenas material alusivo a este tema. Casi a la vez de comenzar con el scrap empecé también con el patchwork, afición que quedó casi en el olvido al tener que optar por una de las dos, ya que no hay tiempo para todo, ya os lo conté
aquí. Y pensando y dando vueltas y mezclando ideas, gustos y conceptos se me ocurrió que podía hacer una tarjeta tipo mantita de patchwork, porque ese otoño es el que a mí me gusta. Busqué entre mis papeles y busqué aquellos que tenían tonalidades apropiadas y estampados pequeñitos, ya que mi manta de patchwork tenía que tener un tamaño de 8´9 x 6´4 cm (tamaño reglamentario de los ATCs). Recordando la teoría del patchwork además busqué algunas cartulinas lisas que quitaran saturación a los estampados e introdujeran luz. Además me acordé de unos troqueles cuadrados de mi cuñada con falso cosido, el más pequeñito me venía genial. Y me puse manos a la obra. Tenía que haberle puesto un cuenta-revoluciones a mi Big Shot para saber cuántas vueltas le di a la manivela hasta hacer los 216 cuadrados que necesitaba para completar las 9 tarjetas para mi intercambio. Pero sarna con gusto no pica, y eran taaaaaan monos los cuadraditos que no me importaba darle a la manivela. Bueno, vamos al lío:
- La base, o sea, la manta: Seleccioné papeles con estampados pequeños y cartulinas lisas, 9 en total (en blanco, amarillo, crema, naranja, verde y marrón), que fui troquelando de forma repetida con el troquel cuadrado con falso cosido. Sobre una cartulina lisa (queda oculta) fui pegando hileras de papeles combinando los papeles de distintos colores y estampados. Al coincidir el número de tipos de papeles y el número de tarjetas a realizar decidí que cada una empezaría con un estampado diferente. Completada la manta (cuyas dimensiones estaban determinadas por el tamaño del troquel cuadrado) había que pegarla a la base que tuviera las dimensiones reglamentarias. Elegí una cartulina color caldera.
- La decoración: Quería que la base tuviera un papel relevante, por lo que decidí no poner muchos elementos decorativos. En este caso recurrí a unos sellos de
Lawn Fawn de esta nueva temporada de otoño. Los estampé sobre cartulina blanca con tinta
Memento y los coloreé con mis rotuladores
Spectrum Noir. A continuación recorté las cartulinas que harían de cartel y les estampé letra a letra la palabra OTOÑO. Hice un agujerito con un punzón en cada extremo superior y con una aguja de lana le pasé un hilo recio de bordar. Anudé a cada lado y pasé el cordón bajo las patitas de cada ratón (las patitas las saqué haciendo un corte con el cúter y levantándolas). Pequé los ratones y cartel con foam adhesivo y finalicé así mi tarjeta otoñal.
En la quedada scrapera de esa tarde estuvimos realizando un archivador para guardar la colección de ATCs otoñales, siguiendo el tutorial que nos proponen
aquí. Pero lo que no quería dejar de enseñaros aquí es las cosas tan bonitas que hicieron mis compañeras scraperas. Éstas son las 9 tarjetas que recibí en el intercambio. Chulas, ¿no? Me encantan las cosas tan diferentes que pueden surgir de un mismo tema, las técnicas, materiales y diseños distintos que cada scrapera se curró.
Pero las tarjetas no vinieron solas. Como en cada intercambio, junto a los ATCs se acompañan siempre algunas chucherías scraperas. Me he dado cuenta que faltan los regalitos de una de ellas, pero con todo y con eso mirad qué mogollón de chuches.
En fin, que de nuevo pasamos una tarde scrapera genial.